martes, 1 de noviembre de 2016

LA MUERTE CLÍNICA
Veo a todos mis parientes fallecidos a mí alrededor. Están sentados en círculo.
Reina un silencio absoluto. Todo es tan limpio y tan simple. Se sonríen y me miran con los ojos llenos de cariño.
De repente se oye un ruido desagradable. Aterrorizado, me doy cuenta que la gente está tirando tierra encima de un ataúd. Mi ataúd.
Con toda la fuerza que me queda, empiezo a empujar hacia arriba y logro salir.
La gente se pone a gritar, a llorar y a huir, creando un alboroto insoportable. Una jovencita se desmaya.
El cura se ha cagado de miedo. Huele fatal.
Me tapo la nariz y decido volver a la tumba. Pongo la tapa de nuevo y me quedo ahí meditando.

En el otro mundo, todos son tan limpios, tan sencillos y tan absolutamente silenciosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario